Esa Gitana...

Fue a la hora en que la Madrugá de las madrugás se rompe bajo el furibundo despertar del astro rey, que centelleante asaetea el adoquinado encerado ya en mañana de Viernes Santo con sus dardos largos y oblicuos. A esa hora fue, que dados en esperar que el Palio de Los Gitanos desembocara en San Francisco, tras serpentear desde La Campana con la cadencia y el temple de la siguiriya quebrá de unos ojos un millón de veces reflejados en el alma de color azul pavo de Don Alberto Gallardo, que de entre el gentío silente y contenido que aguardaba para ver el combate de fulgor, resplandor y brillos entre las Angustias de María Santísima y el sol que con rabia machacaba las pupilas de los miles allí congregados, una voz de mujer se alzó en un susurro amplificado por la estrechez de la Calle Granada... "Esa Gitana..."

Esas dos palabras musicadas únicamente por la palillera que acompañaba el trabajo de la gente de abajo en la última angostura de Sierpes se prendieron como una alhaja más al pecherín de la Señora de la piel de bronce y los ojos aceitunaos...

María Santísima de Las Angustias Coronada, "Esa Gitana".



Faltan 74 días para el Domingo de Ramos.