¿Y esto que es?

Empieza una nueva cuenta atrás y de nuevo habrá que ir deshojando las hojas del calendario. Extraño vitalismo el del cofrade.

El Domingo de Resurrección guardé el costal recién planchado con esa sensación que me asalta desde hace un par de años en cuanto todo ha pasado, la de saber que se acerca el día en que no podré disfrutar más debajo de un paso, quizas por eso estoy viviendo estos años con mayor pasión que nunca. Y quizas por eso quiero realizar este ejercicio de meditación en voz alta.

De qué voy a atreverme a escribir, pues de nuestro mundillo que "pa" eso es un MUNDO.

A lo largo del año el cofrade sueña con lo que vendrá y añora lo que se fué. Ese día santo que se consume tan rápido que parece que lo soñastes. Y las vísperas qué, que me dice usted de las vísperas, cuando todavía la nostalgia no nos araña el Domingo de Ramos. Tenemos un almanaque entero por delante en el que trataré de contar lo que recuerde, desee, viva,... los pellizquitos de doce meses pensando en nuestras cosas, en Nuestro Señor andando, en esa puerta abriéndose cuando todo es nada y nada ya es algo. De lo nuestro, de eso trata este blog (qué palabra menos capillita) y tenemos un año por delante y mucho de que hablar.

Me encomiendo a María Santísima del Buen Fín como para todo lo que acometo en la vida.

A ver que nos sale.

Faltan 341 días para el Domingo de Ramos.